HERMANAS DEL SANTO ANGEL

Las Monjas de Facinas

Un viernes de una semana cualquiera acompañaba a mi amiga Ana Rondón Pelayo para que se fuera a su casa con Antonio el cartero, el llevaba el correo a Bolonia, y en la puerta de correos había una mujer sentada de unos cuarenta años, quizás menos, nos sonrió y nos dio las buenas tardes. Nos preguntamos quien seria aquella mujer. Al poco tiempo corrió la voz por el pueblo que unas monjas vendrían a vivir a la parroquia.

Vinieron cuatro hermanas de la orden del Santo Ángel, se llamaban Mª Luisa, Mati, Juana Mari y Encarnita cuando me las presentaron enseguida reconocí a aquella mujer que habíamos visto en correos era Encarnita. Cada una tenía su cometido dentro de la parroquia.

Mª Luisa era la mayor de todas, una mujer de pelo cano y asturiana de nacimiento, con muchas ganas de trabajar y ayudar a todo aquel que lo necesitase. Se encargaba de dar clases de corte, graduado escolar y visitaba a los enfermos.

Mati estuvo poco tiempo entre nosotros, era alegre y vivaracha y muy agradable.

Juana Mª era novicia cuando llego y decidió hacer los votos en nuestra parroquia ante los ojos de nuestra Patrona la Divina Pastora .Fue una ceremonia muy bonita y como nunca antes se había celebrado tal acto en la parroquia pues todos estábamos con la curiosidad de como seria.

Encarnita daba clases en el instituto de Tarifa y hablo con un profesor para prepararle una misa rociera.

Formo un coro con nosotras y el día de los votos de Juana Mª le dimos la sorpresa.

A ella le gusto mucho ya que como buena Sevillana le gustaba la música rociera

Encarnita trabajaba más con los jóvenes.

Formo un grupo de jóvenes, nos animo a que diéramos catequesis, formamos un coro y preparábamos todas las eucaristías y las celebraciones más importantes del año, la Navidad, Semana Santa, día de la Inmaculada.

Pero lo que recuerdo con más cariño y añoranza es el grupo de jóvenes, íbamos de convivencia, hacíamos teatro y debutamos con una pequeña obra que se llamaba "Una de catorce" en la que todo era un cúmulo de confusiones, y de ahí a la carcajada sólo había un paso.

Al cabo de unos años entre nosotras la mandaron a Madrid y más tarde me entere que abandono la orden y se caso, aunque ha estado en Facinas algunas veces yo no he vuelto a verla.

Por la parroquia han pasado muchas hermanas, Mª Dolores, Mª Ángeles, Leo, Juani, Ángeles, Mª Eva y las que cariñosamente le llamábamos las pilares que eran Pilar Rojo y Pilar Muñoz con Pilar Rojo estuvimos varias veces en los concursos de villancicos de Algeciras y hasta ganamos un segundo premio que nos lleno de ilusión ella fué la que nos enseño a cantar ya que es profesora de solfeo

Pero un día se fueron, después de doce años entre nosotros ayudando a todo el que la necesitaba, que no éramos poco.

Se fueron igual que llegaron, en silencio, sin grandes homenajes ni fiestas de despedidas, pero en muchas personas de Facinas dejaron huella, desde aquí les doy las gracias a todas y cada una de ellas que enriquecieron mi vida con un poquito de su saber.

Con todo mi cariño y deseándoles que Dios las siga ayudando en su tarea.

Un beso a todas

ANGELITA CAMACHO MUÑOZ